Señoras y Señores:
Me ha correspondido el honor de representar en esta ceremonia a un grupo selecto de profesores que han sido distinguidos con la Asignación de Excelencia Pedagógica y a los que pertenecen a la Red de Maestros de Maestros. Y lo cierto es que la mayoría de los presentes, no estamos acostumbrados a los actos públicos, ni a los homenajes, tal vez nos sentimos mejor en ese universo pequeño y vital que es la sala de clases.
Todos los que hoy nos acompañan estuvieron dentro de un aula, como alumnos aprendiendo para ser un poco más cultos y avanzar hacia ese mundo inmenso del saber. Otros estamos liderando procesos pedagógicos que contribuyan a entregar las herramientas fundamentales que le permitan a niños y jóvenes desenvolverse con acierto dentro de la demandante sociedad en que vivimos, ya sea insertándose en el mundo laboral o en la Educación Superior. Sin embargo, ninguno de los presentes podría imaginarse el salto crucial que ha significado el ingreso de la computación en el terreno educativo, la posibilidad de acceder a la información para transformarla en conocimiento que nos sirva para alcanzar aprendizajes es de verdad de un valor incalculable. Más de alguno, habrá pensado en subirse a la máquina del tiempo, para poder experimentar todo ese vértigo que implica el mundo de la informática, que partió tiempo atrás con la Red Enlaces, y una serie programas educativos que nos deslumbraron.
Ser un profesor que cuenta con la Asignación de Excelencia Pedagógica es un hermoso logro, pero también un constante desafío de hacer la labor educativa con un sello de calidad que responda a esa distinción. Para muchos representa llegar a la cúspide de una dilatada y, a veces, poco reconocida labor docente, para otros será un estímulo para plantearse nuevas metas en el plano académico y laboral.
Ser un profesor AEP, en lo profesional, me ha permitido, recibir el voto de confianza de la Dirección Provincial de Educación para llegar al Centro de Experimentación e Investigaciones Pedagógicas para capacitarme y liderar lo que hoy se llaman “Comunidades Docentes”, que es una transferencia de prácticas pedagógicas exitosas, que se ponen a disposición de otros profesores y donde se espera ellos hagan aportes para mejorar la educación en nuestros liceos municipales. Lo anterior, conlleva además, una voluntad de ayudar con respeto y humildad a otros colegas para que avancen y reflexionen sobre sus prácticas de enseñanza
En lo estrictamente doméstico, implica un monto adicional de dinero, que muchos quisieran llegase todo de una vez para dar el pie para una casa, cancelar parte de la carrera universitaria de los hijos, una operación tantas veces postergada, o en el mejor de lo casos, realizar un soñado magíster, salir de vacaciones o renovar el automóvil, todas aspiraciones legítimas que reflejan que los educadores somos personas comunes y corrientes.
Hago un llamado al gobierno y a los alcaldes, para que se preocupen de sus profesores destacados, pues de verdad, son abundantes las invitaciones para llegar al mundo de la educación privada en mejores condiciones. Les pido que gestionen cursos, adquieran material bibliográfico de primera línea, pues la educación siempre nos demanda nuevos retos y no podemos quedarnos a la zaga.
A las autoridades de gobierno les decimos que no les quepa duda, que ya nos incorporamos al mundo de la computación por medio del manejo programas, uso de blogs, clases con soporte informático, diseño de pruebas y apuntes más variados, preuniversitarios y cursos on line, plataformas donde se colocan las notas de manera virtual, de modo que recibimos este equipo como una herramienta destinada a facilitar nuestro trabajo en el aula y en nuestros hogares, pues una buena clase siempre comienza en nuestras casas.
Vienen a mi mente las sabias palabras de mi madre quien el día que me recibí esta distinción me dijo: “Te felicito a ti y Ximena, porque detrás de cada gran profesor hay una gran esposa que se hace cargo de los hijos cuando estás corrigiendo pruebas y trabajos.”
Finalmente agradezco a Dios, este privilegio de enseñar y ser creíbles para nuestros alumnos y alumnas, que son la razón de ser de nuestros desvelos
MUCHAS GRACIAS
Me ha correspondido el honor de representar en esta ceremonia a un grupo selecto de profesores que han sido distinguidos con la Asignación de Excelencia Pedagógica y a los que pertenecen a la Red de Maestros de Maestros. Y lo cierto es que la mayoría de los presentes, no estamos acostumbrados a los actos públicos, ni a los homenajes, tal vez nos sentimos mejor en ese universo pequeño y vital que es la sala de clases.
Todos los que hoy nos acompañan estuvieron dentro de un aula, como alumnos aprendiendo para ser un poco más cultos y avanzar hacia ese mundo inmenso del saber. Otros estamos liderando procesos pedagógicos que contribuyan a entregar las herramientas fundamentales que le permitan a niños y jóvenes desenvolverse con acierto dentro de la demandante sociedad en que vivimos, ya sea insertándose en el mundo laboral o en la Educación Superior. Sin embargo, ninguno de los presentes podría imaginarse el salto crucial que ha significado el ingreso de la computación en el terreno educativo, la posibilidad de acceder a la información para transformarla en conocimiento que nos sirva para alcanzar aprendizajes es de verdad de un valor incalculable. Más de alguno, habrá pensado en subirse a la máquina del tiempo, para poder experimentar todo ese vértigo que implica el mundo de la informática, que partió tiempo atrás con la Red Enlaces, y una serie programas educativos que nos deslumbraron.
Ser un profesor que cuenta con la Asignación de Excelencia Pedagógica es un hermoso logro, pero también un constante desafío de hacer la labor educativa con un sello de calidad que responda a esa distinción. Para muchos representa llegar a la cúspide de una dilatada y, a veces, poco reconocida labor docente, para otros será un estímulo para plantearse nuevas metas en el plano académico y laboral.
Ser un profesor AEP, en lo profesional, me ha permitido, recibir el voto de confianza de la Dirección Provincial de Educación para llegar al Centro de Experimentación e Investigaciones Pedagógicas para capacitarme y liderar lo que hoy se llaman “Comunidades Docentes”, que es una transferencia de prácticas pedagógicas exitosas, que se ponen a disposición de otros profesores y donde se espera ellos hagan aportes para mejorar la educación en nuestros liceos municipales. Lo anterior, conlleva además, una voluntad de ayudar con respeto y humildad a otros colegas para que avancen y reflexionen sobre sus prácticas de enseñanza
En lo estrictamente doméstico, implica un monto adicional de dinero, que muchos quisieran llegase todo de una vez para dar el pie para una casa, cancelar parte de la carrera universitaria de los hijos, una operación tantas veces postergada, o en el mejor de lo casos, realizar un soñado magíster, salir de vacaciones o renovar el automóvil, todas aspiraciones legítimas que reflejan que los educadores somos personas comunes y corrientes.
Hago un llamado al gobierno y a los alcaldes, para que se preocupen de sus profesores destacados, pues de verdad, son abundantes las invitaciones para llegar al mundo de la educación privada en mejores condiciones. Les pido que gestionen cursos, adquieran material bibliográfico de primera línea, pues la educación siempre nos demanda nuevos retos y no podemos quedarnos a la zaga.
A las autoridades de gobierno les decimos que no les quepa duda, que ya nos incorporamos al mundo de la computación por medio del manejo programas, uso de blogs, clases con soporte informático, diseño de pruebas y apuntes más variados, preuniversitarios y cursos on line, plataformas donde se colocan las notas de manera virtual, de modo que recibimos este equipo como una herramienta destinada a facilitar nuestro trabajo en el aula y en nuestros hogares, pues una buena clase siempre comienza en nuestras casas.
Vienen a mi mente las sabias palabras de mi madre quien el día que me recibí esta distinción me dijo: “Te felicito a ti y Ximena, porque detrás de cada gran profesor hay una gran esposa que se hace cargo de los hijos cuando estás corrigiendo pruebas y trabajos.”
Finalmente agradezco a Dios, este privilegio de enseñar y ser creíbles para nuestros alumnos y alumnas, que son la razón de ser de nuestros desvelos
MUCHAS GRACIAS
Leonardo Arriagada Llantén
Liceo Miguel Cerda Leiva de Mulchén